Cuenta la leyenda que, en el Jardín del Edén, debajo del árbol del Bien y del Mal, junto a la primera rosa, nació un pájaro de plumaje y canto inigualables, siendo el único ser que no probó las frutas del árbol. Tras la expulsión de Adán y Eva del paraíso, una chispa prendió sobre el nido y el pájaro ardió al instante.
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